Por qué deberías empezar un diario de sueños

Hace años que oigo hablar de los diarios de sueños. Como su propio nombre indica, un diario de sueños es un cuaderno con la estructura de un diario, pero con la diferencia de que solo se utiliza para escribir lo que soñamos. Durante mucho tiempo, pensé que era una costumbre entretenida pero que no tendría una utilidad real. Ahora sé que me equivocaba.

Por eso, he decidido empezar mi diario de sueños, y si eres escritor, quizá este post te convenza de empezar el tuyo.

Por qué deberías empezar un diario de sueños:

1. Porque te obliga a escribir a menudo

Este es el motivo más básico y evidente. Si llevas un diario de sueños, tendrás que utilizarlo siempre que te acuerdes de lo que sueñas. Esto quizá no pase todos los días, pero sí pasará con la frecuencia suficiente como para que te veas obligado a seguir cierta rutina de escritura. Solo te llevará unos minutos al día, y te vendrá genial para ir adquiriendo un hábito como escritor.

2. Porque estimula tu creatividad

Esta demostrado que cualquier tipo de diario estimula la creatividad. Un diario de sueños, además, incluye un componente imaginativo importante. Es muy probable que muchas de las cosas que sueñes sean más interesantes y sorprendentes que lo que te pasa en tu día a día, y eso siempre es bueno para tu lado más creativo.

3. Porque te ayuda a conocerte mejor a ti mismo

Puede que pienses que los sueños no son importantes, que solo son retazos de lo que vivimos en nuestro día a día o ideas que se generan de manera aleatoria en nuestra cabeza. Pero lo cierto es que los sueños hablan de nosotros, de lo que nos importa en cada momento, de lo que nos preocupa, lo que tememos, lo que amamos, lo que sentimos. Por muy absurdas o casuales que te parezcan, las cosas que sueñas, las sueñas por algo. Escribir nos ayuda a ver la vida con cierta perspectiva, y escribir nuestros sueños también puede ayudarnos a entenderlos un poco mejor y a conocernos a nosotros mismos.

4. Porque se convertirá en una ventana a tus recuerdos

Como cualquier diario, tu diario de sueños recogerá muchas cosas que acabarás olvidando a largo plazo. De hecho, los sueños son precisamente las experiencias que olvidamos con más facilidad -suponiendo que los recordemos al despertar, que ya es difícil-. Abrir un diario después de muchos años y reencontrarte con la persona que no recordabas haber sido es toda una experiencia, así que, seguramente, abrir un diario de sueños pasado un tiempo tampoco te dejará indiferente.

5. Porque nuestros sueños son creaciones

Como decía más arriba, es verdad que los sueños incluyen detalles de nuestra vida cotidiana, pero también muestran una parte de nosotros a la que no tenemos acceso la mayor parte del tiempo: la parte más libre, más visceral, más abstracta, la parte en la que realmente todo es posible y no hay ningún límite. Ni siquiera a la hora de echar a volar la imaginación nuestra mente llega a ser tan libre, sincera e impulsiva como cuando soñamos. Es un proceso de creación en sí mismo, y tiene lugar cada noche mientras dormimos. ¡No lo desperdicies!

6. Porque será una mina de ideas

Todo lo que guardes en ese diario tiene un gran potencial como historia. Puede que pienses que tus sueños en sí mismos son demasiado absurdos para convertirse en un relato, o que contienen aspectos demasiado personales o que crear una trama a partir de ellos no tendría lógica ni sentido. Pero siempre puedes extraer ciertos detalles, imágenes sorprendentes que quizá tu mente no habría formado estando despierta, ideas disparatadas que con una buena vuelta podrían ser argumentos originales. No los veas solo como sueños, porque podrían ser mucho más.

¿Te he convencido ya para que empieces un diario de sueños? Si es así, aquí van algunas claves para que tu nuevo hábito de escritura sea lo más eficiente posible. Mi profesora de escritura -quien me convenció de lo útil que podía ser llevar este tipo de diario- me dio algunos de estos consejos en su momento, y puedo asegurar que funcionan.

1. Reserva una libreta y un bolígrafo para ese objetivo, y guárdalos siempre cerca de la cama. 
2. Cuando te despiertes recordando lo que has soñado, no esperes a otro momento. Escríbelo cuanto antes: solo te llevará un par de minutos, y si esperas, tu memoria irá diluyendo los detalles de lo soñado. ¡Que no se pierda nada!
3. Escribe tus sueños siempre en presente y en primera persona, como si estuviera pasando en ese momento. Así te costará menos recrear lo que has soñado y no te distraerás con cambios de tiempo ni de narrador.
4. No te preocupes por la lógica del sueño o por el sentido de la trama. No tiene que ser coherente, no pasa nada porque haya huecos entre medias y no importa si hay aspectos que no tienen ni pies ni cabeza. Es un sueño. Ya te ocuparás de darle un sentido cuando decidas convertir esa idea en una historia. De momento, escríbelo tal cual.
5. No descartes ningún material. Escribe todos los sueños que recuerdes, aunque te parezcan absurdos o insustanciales. Puede que ahora no sean nada del otro mundo, pero podrías leerlos dentro de meses o años o encontrarte con una idea genial. Si lo recuerdas, escríbelo. Sea lo que sea.
6. Guarda bien todos tus diarios de sueños y vuelve a leerlos de vez en cuanto. Así es como aprovecharás todos los beneficios de este hábito: a largo plazo. No tires ninguno de tus diarios de sueños una vez acabados, y acuérdate de consultarlos cuando necesites ideas nuevas.
7. Si hay algún sueño que recuerdes del pasado, ya sea porque era recurrente, o porque era una pesadilla de tu infancia o porque te impactó por el motivo que fuera, escríbelo también. No importa que no lo hayas tenido recientemente. Tu memoria lo ha guardado, y seguro que es por algo.